Con motivo del Día Mundial del Agua, desde TYPSA queremos destacar nuestra visión respecto a los críticos desafíos del siglo XXI, los cuales se ven agravados por factores como el cambio climático, el crecimiento demográfico, la pérdida de biodiversidad y prácticas insostenibles en el uso del agua. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) informaron que aproximadamente 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable seguros, y alrededor de 4.200 millones de personas carecen de servicios de saneamiento adecuados, una situación que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado a nivel mundial. Esta falta de acceso no solo representa un riesgo grave para la salud pública, sino que también tiene un impacto negativo en la educación, el medioambiente, la igualdad de género y el desarrollo económico.
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) señala que más del 40% de la población mundial enfrenta escasez de agua, un problema que probablemente empeorará debido al cambio climático y al incremento de la demanda. En este contexto destaca la agricultura, responsable del consumo de aproximadamente el 70% del agua dulce mundial, contribuyendo significativamente a la sobreexplotación de recursos hídricos. La creciente discrepancia entre la disponibilidad y la demanda de agua dulce pone de manifiesto la urgente necesidad de adoptar nuevas prácticas en la gestión sostenible del agua, alineadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) (especialmente el objetivo 6 Agua) y donde la innovación y la buena gobernanza sean claves para superar los problemas planteados.
Los fenómenos extremos, exacerbados por el cambio climático como sequías e inundaciones, magnifican los desafíos al afectar tanto la disponibilidad como la calidad del agua. La contaminación del agua, a su vez, menoscaba aún más los recursos hídricos disponibles, lo que subraya la necesidad crítica de preservar la calidad del agua para proteger la salud pública y asegurar la sostenibilidad ambiental.
Ante este panorama, es esencial destacar la implementación de soluciones técnicas para abordar estos riesgos y fortalecer nuestra resiliencia. Soluciones que una empresa como TYPSA puede ayudar a plantear, basándose en nuestra experiencia y nuestro profundo conocimiento del problema desde una perspectiva global e integradora, y que pueden formularse en los puntos siguientes:
- Promover la regulación y el almacenamiento de recursos hídricos para mitigar los efectos de la escasez de agua y la distribución desigual de los recursos, asegurando un uso equitativo y sostenible del agua y permitiendo la conservación de recursos durante períodos de escasez.
- Mejorar el uso de recursos no convencionales. El incremento en la demanda de agua ha impulsado también avances en tecnologías de desalinización y tratamiento de aguas residuales, convirtiendo recursos no convencionales en fuentes cada vez más necesarias de agua. Estas innovaciones no solo permiten la reutilización del agua, sino que también ofrecen la posibilidad de recuperar energía y nutrientes, revalorizando lo que anteriormente se consideraba un desecho.
- Integrar el enfoque de Nexo. El uso de recursos no convencionales supone un incremento en la demanda de energía que exigirá, en un contexto de descarbonización, el impulso paralelo de las energías renovables. En este contexto, el problema del Agua no puede solucionarse desde un planteamiento clásico basado en silos estancos de conocimiento. Sólo mediante el reconocimiento de la interrelación entre los diferentes sectores en el Nexo WEFE (Agua – Energía – Alimentos – Ecosistemas en sus siglas en inglés), será posible la adopción de soluciones sostenibles, expandiendo y enriqueciendo las prácticas de Gestión Integral de Recursos Hídricos tan consolidadas en la planificación y gestión eficiente del agua.
- Abordar la protección de la calidad y cantidad del recurso hídrico, tanto superficial como subterráneo, y tanto continental como costero. Este enfoque está alineado con los principios de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, promoviendo el uso sostenible, la protección a largo plazo de los recursos hídricos disponibles, y mejorando el estado acuático y asociado a los ecosistemas. Esto implica un enfoque preventivo, evitando el deterioro de los recursos hídricos y promoviendo la recuperación de aquellos ya dañados, asegurando así la disponibilidad de agua en cantidad y calidad adecuadas para las generaciones presentes y futuras. La implementación de esta protección es crucial para cumplir con los ODS y para asegurar una gestión equilibrada y equitativa del agua, lo que representa una parte fundamental de nuestra responsabilidad ambiental y social.
- Aplicar y extender el uso de nuevas tecnologías. La inteligencia artificial y el big data, están revolucionando la gestión del agua al mejorar tanto el control en tiempo real de los recursos y su eficiencia como su predicción. La implementación de gemelos digitales en la gestión del agua y su evolución con la integración de herramientas predictivas permitirá crear modelos virtuales para simular y analizar sistemas hídricos e infraestructuras, facilitando una gestión más precisa, proactiva y adaptativa del uso del agua.
- Recurrir a soluciones basadas en la naturaleza, tales como humedales artificiales, sistemas de drenaje sostenibles y techos verdes, representan alternativas ecológicas que mejoran la biodiversidad y contribuyen a mitigar el cambio climático. La infraestructura verde permitirá la creación de sistemas más resilientes y adaptativos que pueden absorber y filtrar el agua de lluvia, reduciendo la escorrentía y la contaminación, y recargando los acuíferos. Además, estas soluciones fomentan la creación de hábitats naturales, mejorando la conectividad ecológica y la calidad del entorno urbano y rural.
- Fortalecer la cooperación y la gobernanza del agua es esencial para abordar de manera sostenible los retos asociados al agua, ya que requieren de la colaboración entre diferentes actores. Para afrontar los retos descritos es imprescindible establecer un marco de colaboración que involucre a gobiernos, sectores privados, comunidades locales y organizaciones internacionales. La creación de alianzas y la participación activa de todos los sectores de la sociedad son fundamentales para compartir conocimientos, recursos y responsabilidades. En última instancia, una gobernanza del agua efectiva y cooperativa es la piedra angular para lograr una gestión sostenible y resiliente de los recursos hídricos que pueda enfrentar los desafíos actuales y futuros.
En conclusión, la adopción de estrategias sostenibles y eficientes en la gestión del agua es crucial para superar los desafíos actuales y futuros. La colaboración continua entre científicos, tecnólogos, gestores y usuarios del agua es fundamental para garantizar un futuro seguro y sostenible para todos, un ámbito en el que TYPSA está comprometido a ser un actor clave.